Artículo 3
POBREZA, MARGINALIDAD Y EXCLUSION SOCIAL
Diseñar y construir un albergue juvenil es el objetivo de un proyecto que promueve el trabajo en equipo, le da empleo a más de un centenar de jóvenes.
Los participantes pondrán en práctica conocimientos que obtuvieron durante todo un año y a partir de ahí deberán encargarse de la albañilería, decoración y de la gestión del albergue.
El objetivo es capacitarles para el trabajo en equipo y para negociar y resolver conflictos de una manera dialogada. Además de favorecer la autonomía personal y propiciar encuentros entre adolecentes de distintas asociaciones, favorecer la integración a través de la puesta en práctica de procesos de participación y prevenir situaciones de riesgo.
Con ése proyecto se trata de que los chicos sean capaces de gestionar su tiempo libre
El desarrollo de infraestructuras comunitarias, no han logrado contener el avance de la desigualdad social que mantiene en la pobreza a una amplia parte de la población.
El alto nivel de desempleo y la crisis económica han disminuido las posibilidades de progreso social, especialmente para las comunidades marginadas y las personas pobres.
Para lograr el desarrollo de las Comunidades se requiere de un esfuerzo extraordinario de trabajo interagencial, focalización de los recursos financieros en proyectos que generen actividad económica en los barrios y continuidad en los programas de combate a la pobreza.
El Programa de Comunidades Especiales fue un paso de avance en la lucha contra la pobreza y en la organización comunitaria, pero se tienen que reforzar los mecanismos de incluir a las comunidades en el proceso económico y ofrecer alternativas para que los jóvenes no tengan que criminalizarse al verse limitados por la falta de progreso persona.
La inyección de dinero para las comunidades y mejorar algunos servicios no tendrá como resultado la inclusión en el proceso de desarrollo del País. Hay que terminar con la dependencia, hay que darles empleo y acceso a fuentes de financiamiento que les permitan desarrollar actividades de autogestión y conformar su propio capital social.
En los barrios hay muchísimo intelecto, pero faltan los medios para desarrollarlo.
Al joven que consiguió en el narcotráfico la manera de salir de la pobreza ¿quién le va a prestar dinero para poner un negocio? Eso no quiere decir que los pobres sean criminales, sino que el estado de pobreza y de carencias genera sentimientos de desesperanza y de frustraciones que los hacen vulnerables a cometer actos desesperados de naturaleza ilegal.
La sociedad impone el consumo como una forma de vida que añade valor e importancia a la persona y las comunidades pobres son marginadas.
Fernandez Jorge
Julio 2019